martes, 24 de julio de 2012

Rafaela Herrera, Heroina?

Rafaela Herrera, Heroína?

Una tragicomedia, salpicada de tragedia y gloria, esas fueron las primeras ideas que se me vinieron a la cabeza cuando investigue sobre la vida de este personaje de la historia nicaragüense. Rafaela Herrera y Udiarte, nacida en lo que hoy conocemos como Colombia, fue  traída a Nicaragua a los diez años,  su padre; José de Herrera y Sotomayor, Teniente y Capitán del Batallón de la Plaza de Cartagena, que luego fue destacado, en el castillo del Rio San Juan de Nicaragua, según historiadores al morir su padre este le pide que defienda el castillo con su propia vida, solicitud que cumple a cabalidad; pero  defendió algo que ni siquiera era en ese entonces conocido como territorio nicaragüense,  de hecho la independencia vendría 59 años después, lo cual es curioso porque dentro de la larga lista de héroes y personajes ilustres de Nicaragua, figura esta joven, pero lo que me impresiona más que su vida es, que a pesar del logro de haber enfrentado y repelido el ataque de una expedición inglesa su vida no termino como merecía terminar, lo cual nos muestra que a veces la vida es tan justa al final de cuenta.

La expedición  fue enviada por el Gobernador Inglés William Henry Littleton, dicho ataque tiene su punto de partida en el Río San Juan en el momento en que el padre de  Herrera  se debatía en la muerte. Tras la muerte, asume la comandancia Don Juan Aguilar y Santa Cruz nombrado en dicho cargo. Los ingleses, al enterarse que la fortaleza había perdido a su comandante, mandaron a pedir la llave del castillo, con la promesa de "no hacerle daño a nadie". El teniente contestó que no podía entregarlas y que resistiría cuantos ataques intentasen.

El 29 de julio de 1762, los ingleses estaban ubicados frente al castillo. Tras oírse a las 4 de la mañana “un tiro de pedrero, río abajo”, se presentó el enemigo. A las once del día aparecieron siete grandes piraguas que, disparando nueve tiros de pedreros, desembarcaron algunas tropas en la orilla sur del río. Por lo que a las tres de la tarde, la hija del difunto comandante, con el permiso del nuevo, disparó un certero cañonazo dispersando al enemigo, que da muerte al comandante de la guarnición inglesa, el ataque de la joven les había causado muchos daños hasta el punto que según testigos del barco donde venían los altos oficiales, después del impacto del cañón, casi ninguno estaba vivo y los demás terminaron muy mal heridos como para seguir luchando.

El 30 los invasores, no sin retirarse alguna distancia por nuevos cañonazos del Castillo, pidieron parlamentar y el 31 se rompieron los fuegos. El 1° de agosto, “se siguió en el fuego con el mismo ardor que en el antecedente y por la noche no dejó de ser bastante vivo de una y otra parte”. El 2 cesó la artillería de ambas partes y el 3 los ingleses y aliados abandonaron sus posiciones, retirándose.

En el ocaso de su vida, luego de casarse con Pablo Mora, y de irse a vivir a un barrio conocido como Corinto, en Granada, termina sus días en la pobreza, olvidada su proeza y en medio de la mendicidad;  de hecho tuvo que trabajar como domestica para cubrir el costo de su subsistencia.

José Dolores Gamez, señala que envió  una carta al Rey de España, Carlos III, y este le contesta el 11 de noviembre de 1791, en agradecimiento por el gesto heroico le asigno una pensión vitalicia, además de tierras realengas para que esta heredara a sus 5 hijos.

Es increíble, poco se conoce esta historia, de hecho muchos solo nos enseñan en la escuela la gesta de defensa del castillo del rio san juan, ella cumpliendo  una promesa hecha a su padre y en su condición de española defendió, luego como muchos nobles héroes, que no buscaban vanagloriarse, se retiraron y se perdieron en la bruma del olvido y la pobreza, sin reconocimiento ni gloria, lo cual me llega a concluir que nuestra historia, está plagada de personajes que cumplieron con honor el llamado al deber que le hicieron las circunstancias históricas y  al final solo se perdieron en la bruma del olvido, lo mismo paso con José Dolores Estrada o con grandes músicos y atletas que han dado esta patria, definitivamente, que es muy cierto lo que dice uno de los estribillos del himno de esta gran nación, "Y el honor es tu enseña triunfal".

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